sábado, octubre 10, 2015

Leyenda de un beso,
Asunción Carracedo - Bett,
Amigos de Papel, 2015.

Las palabras son, fueron y serán. Cantan, bailan, juegan, caracolean, aman y tejen otras palabras al son de su propio rumor porque el Bosque del Abecedario "donde las palabras tiemblan en las hojas de los diferentes árboles" permite este y otros prodigios cada día. El problema es que no todos sabemos verlo porque, para penetrar en la vida privada de las palabras hay que ser muy avispado, muy sensible y muy niño. Son cualidadades que, de una en una, quizá podamos encontrar, pero a la vez resulta más difícil. Asunción Carracedo las tiene y las derrocha a manos llenas en este libro, casi poesía, casi cuento, casi luna, casi sol, casi magia, casi certeza. Leyenda de un beso es un trabajo que su autora ha dejado dormir durante mucho tiempo porque, a menudo, lo que nos provoca más ilusión también nos causa respeto. Así que nos alegramos porque, al fin, este proyecto se haya hecho realidad.
La historia puede leerse en clave metafórica, si somos adultos, o, en clave mágica, si somos niños; en cualquiera de los casos, nos llegará al alma porque son tantos los registros que la autora pulsa que difícilmente dejarán a nadie indiferente. 
La protagonista es una poesía que habita en un Palacio de Papel. Es una poesía especial, porque siente vergüenza de mostrarse, aunque es bellísima. Es una poesía lírica porque solo en la lírica el poeta se desnuda y se libera de los corsés que le aprisionan para dejar su alma en libertad. Eso le pasa a nuestra poesía, aunque teme mostrarse, no quiere estar sola porque cree que le harán daño. De ahí que se refugie en un cuento. Y es en ese momento cuando Asunción Carracedo logra unir dos géneros literarios, la poesía y la narrativa y no solo los une, sino que los fusiona. Demuestra, así, que los, aparentemente contarios o distintos pueden llegar a entenderse e, incluso, a enamorarse.
El cuento "es noble, de buen corazón". Es un cuento escrito por alguien joven, por lo tanto aún no ha madurado, pero está en el camino. Y el cuento, que no es ajeno a la lírica, acoge a la poesía entre sus páginas y "le hizo un hueco adornado de silencios para no asustarla, sin exclamaciones impertinentes que la molestaran con sus gestos de admiración". El cuento se expurga a sí mismo, se libera de elementos innecesarios, se va puliendo, como hacen los buentos textos y alcanza la madurez y, de paso, se enamora de la poesía. 
Asunción Carracedo, conmovida y ensimismada, traslada el amor humano a los géneros literarios y les hace vivir una historia de cuento, de leyenda, como reza el título del libro. Y la primera manifestación de ese amor nuevo es el beso, un beso que cobra vida, que sabe, siente y actúa. 
Leyenda de un beso descubre que las palabras tienen secretos más allá de la gramática, la ortografía, la fonética y la sintaxis; es más, comprueba que no hay textos puros, que en la impureza literaria puede residir la mejor historia porque un cuento, por muy bien escrito que esté, si no provoca emoción en el lector, no acaba de encontrar su camino y una poesía, aunque se muestre  muy bien compuesta métricamente, si no nos conmueve tampoco tiene sentido. De ahí la apuesta personal que hace Asunción Carracedo, al unir dos géneros, aparentemte dispares, porque en la literatura todo es posible, incluso un beso de palabras.
El relato, mitad cuento mitad poema, como ya dijimos, está ilustrado por Bett (Beatriz Blanca Tettamanzi) y, gracias a su trabajo, el lector, niño o adulto, se llena de júbilo porque, pases la página que pases, te sale al encuentro la dicha de vivir en forma de explosión de color. Bett juega con las estaciones, con los colores, con las estrellas, con la música y el viento. Bett sabe de los misterios del amor y los humaniza, permite que todos seamos testigos del poder transformador que tiene, sin ir más lejos, un beso. Poesía y cuento, juntos, arrojan por la borda sus miedos, prescinden de sus impedimentos y aceptan ser parte de un nuevo texto, de una leyenda, de un libro magnético y hermoso.
Además, tipográficamente el texto está cuidado hasta en el menor detalle. Las palabras se adelgazan o aumentan, se asoman a las páginas, se mezclan con los dibujos, adoptan distintos tamaños y colores y son, en suma, como el cortejo nupcial de la poesía y el cuento, el sentimiento hecho leyenda.
La metáfora es la reina de  Leyenda de un beso, pero también los juegos de palabras, los paralelismos, las frases con doble sentido, la personificación, la anáfora y un ramillete de recursos formales, retóricos y sintácticos que Asunción Carracedo maneja con soltura. Con este libro se cumple, como dijimos al principio, uno de sus sueños, el sueño de unir la magia del cuento con el rubor de la lírica y la magia de la leyenda.
Leyenda de un beso aparece en otoño, en la estación plena del año, también de forma simbólica como sabrá apreciar el lector. Múltiples son sus colores, múltiples sus registros, múltiples las emociones que provoca.

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